Literatura

Duele a escombros, sabe a corazón. Cómo no identificar la deshabitación del presente con esta descripción de Elena Medel. ¿Dónde estás? Me encantaría desenvainar un dedo y señalar tu presencia, decir «aquí, aquí», imaginar que conmigo. Pero, en estos momentos, no es así, no lo estás. ¿A quién no lo he sucedido alguna vez? Algo se entromete entre tú y otro alguien. Acostumbrados a compartir vuestro presente, de repente llega una circunstancia, una decisión, un sentimiento… y os interrumpe (físicamente hablando). Os escinde. ¿Y cómo os habéis sentido? Tal vez, ¿así?
Videopoema
Audio
También puedes escucharla en:



«Desear es llevar / el destino del mar dentro del cuerpo».
‒ Aurora Luque (Carpe Noctem, 1992) ‒

Leer poema completo
Lo que desearía
Deshabitación del presente
Bifurcar nuestro ahora
ante un barranco de días
fue, aunque escueza admitirlo,
fue hacernos recuerdo,
porque cuando la piel
te ve con su memoria,
cuando cuanto me envuelve
me desfamiliariza,
impotente, ambiciono,
no preguntas de vidrio,
sino un sorbo de ti,
el tacto casual, diario,
de tus irrepetibles
emociones, la inercia
que nos enrosca al otro,
la sed de inseminar
palabras con ideas,
jamases con gerundios,
el mundo, el tuyo, el nuestro,
creciente, inequívoco,
cada vez que, a sus anchas,
la noche nos diptonga…
Aunque sobra decirlo,
nos he echado de menos.
Quería, con mis ojos,
arrebañar los tuyos,
volver, descerrajar
una conversación
que pudiera mirarse,
como tu pena a veces.
Quería detentar
la vulgar consistencia
de un lunes, de un abrazo,
comparecer, de pronto,
ante las nimiedades
que te cotidianan,
asumirnos, saldar
el diezmo del adiós,
apocopar las horas,
la luna, la distancia,
reimbricarme a tu vida
para así desanclar
la impresión, la sospecha,
de estar donde no debo.
Porque, a lo mejor,
aunque tú ya lo sepas,
debo estar donde tú,
debo tender(me) a ti,
amueblarme contigo,
lenta, elásticamente,
más que hoy, todavía.
La tarde nos lo exige,
esta tarde, descalza
de tiempo, de sentido.
Porque sobre esta tarde
hemos desextrañado,
otra vez, la realidad,
cayéndonos en ella.
Si tú me lo permites,
no voy a levantarme.
Desnudos, como ahora,
y, sobre todo, juntos,
lo que desearía:
deshacer la costumbre
de remar, porque sí,
incertidumbre arriba.
(junio 2023)

¿Quieres apoyarnos?
Puedes realizar una donación
Como es evidente, tus donaciones nos ayudan a seguir construyendo contenido. Pero el único motivo para que te aventures a dispensarlas debería ser éste: porque te da la gana.

Literatura
Otros escritos que pueden interesarte
La apacible conducta de la transparencia
Destape, sin reservas, en primera persona.
Cadáveres hechos poesía
Introducción a “El miserere de los cocodrilos” otxambino
Preceptos del buen odiar
13 preceptos que constituyen una imprescindible evangelización del ODIO